Mujeres sindicalistas de SME y Confitalia en resistencia.

Juliana G. Quintanilla.

Cerca de 2 mil 500 de las 4 mil trabajadoras de LyFC; 600 de las mil 500 jubiladas y poco más de la mitad de las 800 empleadas del SME, saben que, de más de 44 mil electricistas sin empleo, ellas son 10 por ciento.

Hoy las electricistas manifiestan en las calles su rechazo hacia el decreto “calderonista”. Las “Smeítas” han sido escuchadas por organismos de mujeres y defensores de derechos humanos nacionales y extranjeros, quienes han señalado que con la extinción de la paraestatal se sumaron a los 2.9 millones de personas sin empleo que había hasta septiembre pasado, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En la memoria de las trabajadoras más antiguas, registran que las electricistas no habían protestado desde 1987, cuando el sindicato se fue tres días a huelga por aumento salarial. De esa movilización surgió la Brigada Femenina, relata a CIMAC Patricia Juárez, quien laboraba en LyFC desde hace 24 años. Además de instaurar en el sindicato el festejo del Día Internacional de las Mujeres, en 2005 lograron integrar una cláusula en el Contrato Colectivo de Trabajo del SME que sanciona el hostigamiento sexual.

Las historias de mujeres obreras, sindicalistas que obligadas por la represión patronal en complicidad y al amparo de las políticas gubernamentales se organizan luchan y reclaman sus derechos. Hoy son las del SME, como antes las de Confitalia.

A nueve años del despido injustificado de la empresa Confitalia, S.A de C. V.,  no ha existido justicia ni voluntad por parte de las Autoridades del Trabajo en el Estado para otorgar a dichos juicios laborales individuales el mínimo nivel de prontitud y celeridad para resolverlos, tal como lo establece la propia Constitución Federal y los tiempos señalados en la Ley Federal del Trabajo, ya que aun no se les ha pagado por completo sus indemnizaciones laborales a las que tienen derecho y en igual sentido la justicia no se ha hecho presente e indiscutiblemente han sufrido graves violaciones a sus derechos laborales

No olvidamos que, las mujeres obreras de Confitalia marcharon por las calles cercanas a Rivetex en reclamo a la negativa de las autoridades laborales para reconocer a sus dirigentes sindicales. Mas de mil trabajadoras en su protesta sufrieron la represión de manos de granaderos con ordenes del gobierno panista de Estrada Cajigal, quienes salvajemente cometieron toda clase de abusos y violaciones a los derechos humanos,  golpearon con toletes, patadas y gases lacrimógenos a estas combativas trabajadoras, recordamos que una de ellas que se encontraba embarazada, fue arrollada por un vehículo. Ninguna autoridad fue llamada a rendir cuentas por tan salvaje acción. Enfrentaron campañas de intimidación contra ellas y sus familias para que se desistieran de su movimiento.

En los primeros meses del 2001, los dueños de las empresas que integraban el Grupo Covarra, S.A de C. V., principalmente italianos, comenzaron por implementar métodos de trabajo vejatorios llamados de FLEXIBILIZACION y que contemplaban una reducción salarial, el Sindicato Textil, que en dicho contexto asumió una conducta tibia y cómplice ratificando con ello su origen proteccionista y corporativo, hacia adherirse a las injustificadas propuestas patronales. Todo ello provocó la indignación obrera. Y en efecto, surgió la organización sindical independiente, que al pedir su correspondiente registro legal y toma de nota ante la Autoridades del Trabajo, actuaron ilegalmente en su contra, generando en consecuencia movilizaciones masivas de obreras por las calles de Cuernavaca.

Ante la desocupación de un día para otro, en la que el gobierno del empleo dejó a las trabajadoras electricistas como paso de igual manera a las obreras de Confitalia, las trabajadoras salieron  a las calles por la restitución de sus derechos, las electricistas, son ejemplo de que, durante las crisis económicas, políticas y sociales, las mujeres se levantan, se organizan y se vuelven lideresas.

Mónica Jiménez, coordinadora del Movimiento de Mujeres Electricistas en Resistencia, vive ese proceso, hasta hace unos días la voz de las mujeres en el sindicato, integrado mayoritariamente por hombres, era prácticamente inaudible. Hoy, como cabeza del frente, es partícipe y ejecutora de las decisiones del Comité Central del SME.

Lilia Martínez señala y cuestiona “A mis 52 años, ¿quién me va a contratar?”. Y es que, con el cierre de la compañía,  quedaron en la desocupación; problema que, según el Inegi, afecta más a las mujeres, ya que su tasa de desempleo es 1.07 por ciento mayor que la de los hombres. “todo antes que firmar la liquidación que nos ofrecen”, La “injusticia es nuestro motor. No será sencillo, pero tenemos la Constitución y justicia laboral”, afirma Marina, madre soltera y oficinista del SME.

Para Mujeres Electricistas en Resistencia, así como las obreras de Confitalia la situación ha sido muy difícil, desde el momento de quedar despedidas, han tenido que reducir sus gastos en alimentación, salud y en la educación de sus hijas e hijos.

Griselda Taboada  nos recuerda la historia de represión que vivieron las obreras de Confitalia cuando el gobierno panista lejos de establecer un diálogo, ordeno el uso de policías y granaderos contra las trabajadoras, castigadas obtuvieron como represalia el masivo despido injustificado. El procedimiento de quiebra todavía está realizando el trámite y proceso de pagos que se están cubriendo a los cientos de trabajadoras, convertidas ahora en acreedoras preferentes dictaminada en agosto del 2003 por el Juzgado Cuarto de Distrito. Hasta la fecha, las obreras no han recibido sus respectivas indemnizaciones a pesar de haber ganado el juicio. A lo largo de este proceso ha prevalecido una transgresión sistemática a los principios de celeridad en los juicios, aunado a que dicha sindicatura no ha agilizado en forma debida la serie de trámites de dichos pagos parciales que tienen que ver con el cumplimiento de las indemnizaciones laborales ganadas por las mujeres de Confitalia.

Actualmente muchas de ellas siguen sin tener empleo fijo, la complicidad del gobierno con los empresarios sigue haciendo de las suyas, dicen que por fin liquidarán a las obreras pero lo que hacen es generar falsas ilusiones y las argucias legales siempre en beneficio patronal, controlan a lideres charros negociando por debajo de lo que corresponde por ley su indemnización.

Unidas hasta la victoria, han señalado varias de las obreras que tienen clara su situación y no declinan en su lucha por lograr que se les reconozca su derecho. No olvidan que los derechos laborales que se han conquistado costaron sangre y sufrimiento a las generaciones que las han precedido en la lucha.

A casi una década de haber sido despedidas por la empresa textil, aseguran que es la hora de recuperar su capacidad de unificación y exhortaron a las y los trabajadores a mantener la unidad. Las del SME han escuchado este llamado a luchar por acceder a un mundo con trabajo, justicia y dignidad, para las mujeres y hombres porque nunca debemos dejar de defender nuestros derechos económicos sociales, laborales y culturales.

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